Los sistemas de refrigeración hoy en día usan la temperatura del ambiente a refrigerar como señal para controlar el ciclo de refrigeración y no la temperatura de los alimentos. Este principio es la base de la tecnología CUES

La temperatura del aire se eleva mucho más rápidamente que la temperatura de los alimentos, por lo que los ciclos de refrigeración son más frecuentes de lo que necesitan ser para mantener la temperatura requerida. El resultado es un consumo excesivo de energía.

El CUES resuelve este problema. Es un simulador de alimento de cera totalmente inocuo contenida en un recinto de protección que imita la temperatura de los alimentos. Una vez en su lugar, el dispositivo de ahorro de energía de refrigeración transforma la operación fundamental del refrigerador, ya que ahora se utilizará temperatura de los alimentos como la señal para controlar su ciclo de refrigeración en lugar de la temperatura del aire cambiante.

El efecto es un ciclo de refrigeración más eficiente, donde el ciclo individual dura más tiempo, pero la frecuencia se reduce hasta en un 80%.

Esto puede dar como resultado ahorros de hasta un 33% sin afectar en la seguridad y calidad del alimento.